Barrilete- Los Cafres

Lo imposible está ahí, para seguir
Es un barrilete que no para
Lo imposible está ahí, para vivir
Remontan las ganas de un mañana

Si tu vida no sorprende
Si de errores no se aprende,
Cuáles son
Los pasos a seguir?

Tanta información, desinforma
Tanto corazón, se conforma

Lo imposible está ahí, para seguir
Es un barrilete que no para
Lo imposible esta ahí, para vivir
Remontan las ganas de un mañana

No hay terraza más inmensa
Y ese viento que alimenta
Los otoños que te quieren regalar
Ya no cuentan, ya ni cuentan

Hay que remontar remontar remontar
Remontar para vivir (x2)

Son las ganas de la infancia
Floreciendo en tu cielo y en tu amor
Como barriletes de esperanza
Tanto hilo que no alcanza

Hay que remontar remontar remontar
Remontar para vivir
Hay que remontar...

Lo imposible está ahí, para seguir
Es un barrilete que no para
Lo imposible esta ahí, para vivir
Remontan las ganas de un mañana.

Hay que remontar, remontar para vivir

Hay que remontar remontar remontar
Remontar para vivir

Godwana

Gondwana en Salon Metropolitano Los chilenos de Gondwana arremetieron con un cálido: “Muy buenas noches Rosario… Cómo se siente”. Maxi Vargas (voz) es el estereotipo del rockstar, pero en una especie de reggaestar, si así se dice. Las groupies se cansaron de tirarle papelitos con sus números telefónicos y también algunos souvenirs. Más allá de la fama, la banda trasandina, se despachó con un show interesante y más romanticón. “Irie”, “Changa langa” y “Reggae is coming’” se iban alistando en el set elegido para la noche del Metropolitano, ya en sábado 15. El ruido molestaba un poquito. Mientras sonaban “Divina verdad”, “Warnin’”, “Verde, amarillo y rojo” y “Pienso en ti”. Todo se solucionó, por suerte. “Estas son cosas del fútbol” dijo Maxi, y nadie entendió por qué. “A ver si solucionamos este problemita bastante molesto”, agregó después el frontman. Gondwana planteó un reggae más dulzón que por momentos sonó cursi. “Mi princesa” y “Felicidad” fueron dos de los hits infaltables de la noche y sobre el final, “Aire de jah” y “Sentimiento original”, hicieron inevitable el saludo de Maxi, que mientras devolvía todo lo que le habían “regalado” los fans, bendecía con su paz, unas muletas que alguien le acercó por ahí. Fue una noche inolvidable. Dos grande bandas de reggae latino en Rosario. Muchos curiosos, muchos teens, muy buena vibra, una onda genial. Amor, protesta, paz, sonrisa, sinónimos de dos grupos formidables en el género que hipnotizaron a más de uno el 14 de agosto en el Metro.